Viva en Bus-VAO
ANTONIO BURGOS
La bicicleta no tiene usuarios. Tiene militantes. A la bicicleta le pasa como al lince, que no tiene amigos, sino totalitarios dictadores de la supremacía de su supervivencia sobre la vida de los hombres. Verbigracia, en la carretera de Matalascañas. Como veraneantes y almonteños hay más que linces, ¿qué importa un muerto de tráfico más o menos, mientras no atropellen a un lince?
Me las busco por cante proclamando obviedades ecológica y políticamente incorrectas. Los profesionales del lince pondrán cartas al director a carretadas y los foros de Internet echarán humo. Aquí te puedes meter con el Papa, con el Rey, con Zapatero, con la Patria, con quien te dé la gana. Pero al lince, ni toserle. El lince es ya tan sagrado en Andalucía como la vaca en la India.
Y de la bicicleta, ni te cuento. Ojú, lo que he dicho: bicicleta. ¡No son nadie ni ná los activistas de la bicicleta! Si usted escribe contra el Carril Bici, sepa que, ea, morterá de cartas al director, de forazos y de blogazos. Los ciclistas militantes tienen tolerancia 0 y contundencia 10 (que dice Don Zoido) contra quienes nos atrevemos a decir que es mucho dinero gastado para cuatro bicicletas locas, mientras cada vez lo ponen peor para el mayoritario coche, por otra parte fuente fiscal municipal. Como la Cadena de San Antonio, pásalo, los ecologistas de lince y bicicleta me pondrán como los trapos, todo muy tolerante, todo muy dialogante (por las que hilan). La Internacional Ecologista existe. Y es más activa que la Internacional Liberal, la Internacional Socialista o la difunta Internacional Comunista. La Ekointern tiene una fuerza con su agitprop que ni la Komintern en los mejores tiempos de Stalin. Hay mucho estalinismo sobre dos ruedas o en torno a un lince, disfrazado de ecologismo.
Comprenderán a lo que me arriesgo defendiendo el Bus-VAO frente al Carril Bici. A que me pille una bicicleta mismo. O a que la Inquisición de Dos Ruedas me suba en el transportín con un sayo, me lleve al quemadero del Prado y me dé candela.
Mientras el Ayuntamiento de Sevilla se gasta inútilmente nuestro dinero en el absurdo Carril Bici y deja las calles y avenidas cada vez más congestionadas y estrechas para la circulación y estacionamiento de automóviles y autobuses, el Consorcio Metropolitano de Transportes da alto ejemplo de cordura con su plan para el Puente de Hierro de San Juan de Aznalfarache. (Los izquierdosos en el poder han perdido la oportunidad del siglo no poniéndole Puente Martínez Barrio, que fue quien lo inauguró en 1931. No, si no se conocen ni su propia historia tricolor y se la tenemos que recordar los partidarios de la Institución que el masoncete de Don Diego puso de patitas en el destronamiento y el destierro por el puerto de Cartagena.)
En el Puente de Hierro de San Juan harán lo que propusimos para Sevilla: importar de Madrid el carril Bus-VAO. Ya saben qué es el Bus-VAO (Vía de Alta Ocupación): un carril reservado para los autobuses y los automóviles donde vayan al menos tres personas, a fin de evitar embotellamientos y dar fluidez a la circulación. Por el Puente de Hierro podrán pasar hacia y desde Tablada sólo los coches con tres ocupantes. Lo que animará al uso comunal de un solo auto entre varios compañeros de trabajo o vecinos del Aljarafe, en vez de tantas caravanas de coches con un solo señor dentro gastando gasolina en el atasco que provoca.
Mi temeraria pregunta es: en vez de llenar Sevilla de carísimos e infrautilizados carriles para cuatro bicicletas bucólicas y utópicas, ¿no hubiera sido mejor ocupar ese espacio y emplear ese dinero para conectar toda la ciudad por medio del Carril Bus-VAO, para que los autobuses y los vehículos con alta ocupación dieran mayor fluidez a esta circulación imposible de ahora, siempre taponada? ¿Se imaginan un Bus-VAO en el Paseo Colón, en Las Delicias, en La Ronda, en Tablada, en El Patrocinio, por donde un coche con tres personas dentro avanza a una velocidad medio decente, mientras los demás autos con un sólo el conductor esperan atascados? Nada, nada: ¡viva el Bus-VAO de San Juan! ¿A que va a haber que empadronarse en San Juan para que no nos construyan sueños en forma de pesadilla, que rima con cargarse a Sevilla?
Enlace al artículo de opinión
Buscando por internet me he encontrado este artículo de nuestro ya conocido periodista Antonio Burgos, de profesión amante de las bicicletas, en las que en su día criticó la construcción del carril bici de una forma muy peluciar, concrétamente este artículo fue escrito el 24 de Noviembre de 2006, hace más de 2 años, cuando el proyecto del carril bici por toda la ciudad se iba a empezar a ejecutar en breve.
Recordando este tipo de artículos me pregunto, ¿qué pensaría Antonio Burgos hoy en día si leyera este tipo de artículos que en su día escribió tan convencido?
Por último le doy las gracias a Don Antonio, gracias a sus dotes de predecir el futuro en la que vaticinaba un completo fracaso del proyecto del carril bici hoy en día hay apróximadamente casi 100.000 ciclistas diarios que van por el mismo.
Espero, le pido y deseo que así mismo haga otra predicción del fracaso que en un futuro será Sevici, para que obtenga el mismo resultado que sus anteriores predicciones.
3 comentario/s. Deja el tuyo:
Se equivocó, está claro. Como tan claro está que jamás lo reconocerá, sino que, antes bien, huirá hacia adelante empecinándose en su absurda cruzada antibici y prohumo. Yo me pregunto, en Sevilla, como en las demás macrourbes cada vez hay más coches y motos (Por suerte, la lucrativa industria del automóvil parece frenarse un poco!)qué pretenden estos tipos, que se sigan haciendo avenidas y calzadas acabando con barriadas (¡Dios, casi acaban con el Retiro Obrero!)
La verborrea de Don Antonio cada día más lamentable...
Ese hombre debe tener algún problema.
Yo soy partidario del coche, y me jode tela cuando no tengo más remadio que usarlo para bajar a Sevilla y veo tanto auto con un solo ocupante, tanto así que a veces paro en la parada del bus y pregunto si alguien va para Sevilla. No es la primera vez que alguien se viene y lo dejo en Puerta Triana, para luego seguir hasta mi destino.
Ultimamente lo que hago es bajar a Sevilla en Bus. Al fin y al cabo de Bormujos a Plaza de Armas tardo igual. Una vez allí pillo una bici del Consorcio y en 10-15min me pongo en mi destino y la aparco-amarro en la misma puerta de donde voy.
Dudo mucho que un carril VAO de esos lo supere, pues aunque llegue "antes", por ir por un espacio reservado, al final tendré que buscar aparcamiento.
Sigo diciendo que le damos demasiada importancia a lo que "escribe" este hombre.
Publicar un comentario