Motos VS Bicicletas

La matriculación de motos se multiplica en paralelo al caos de tráfico

La matriculación de motos se multiplica en paralelo al caos de tráfico
La falta de alternativa ha convertido la histórica Plaza de San Francisco en un gran aparcamiento./PEPE ORTEGA
A pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento por que Sevilla sea la «ciudad de las personas» o la «ciudad de las bicis», la realidad es que a día de hoy Sevilla es más que nunca la «ciudad de las motos». Son decenas de miles los sevillanos que en los últimos años han optado por este medio de transporte en una ciudad en la que el tráfico es sinónimo de caos casi a diario y en la que realizar gestiones en el centro o trasladarse a distintos puntos es una odisea permanente.
Las motocicletas -mayores de 50 centímetros cúbicos- y los ciclomotores -menores de esa cilindrada- han pasado de ser el transporte utilizado mayoritariamente por jóvenes a ser el vehículo de miles de profesionales (empresarios, políticos, catedráticos, abogados, etc.), que se han decidido por esta opción ante las dificultades de movilidad que existen en la ciudad.
Según los datos de la DGT (Dirección General de Tráfico), en Sevilla hay en estos momentos matriculadas 216.158 motos y ciclomotores, siendo una de las provincias españolas con mayor número de estos vehículos. En concreto, son 150.728 los ciclomotores mientras que las motos suman 65.430. Éstas últimas son las que más se han vendido en los tres últimos años.
Nueva legislación
A ello ha contribuido también de manera importante el cambio en la normativa vigente, que permite ahora a las personas con carnet de conducir B y más de dos años de experiencia conducir motos de hasta 125 centímetros cúbicos. Este ha sido el principal detonante para que muchos profesionales se hayan decantado por este transporte, unido a los problemas de tráfico en la ciudad.
Desde 1999, año de la llegada de Sánchez Monteseirín a la Alcaldía, se han matriculado casi 175.000 nuevas motos (126.480 ciclomotores y 47.566 motocicletas). El mayor crecimiento se ha producido desde el año 2005, y curiosamente ha comenzado ha descender la matriculación de ciclomotores mientras aumenta el número de motos -de más de 50 cc.-. Hasta 2003, la media de motos matriculadas se situaba en unas 2.000 anuales, mientras que en 2004 esta cifra creció a casi 5.000 y en los dos años siguientes se situó en 9.000 y 13.000 nuevas motos.
Sólo en lo que va de año, se han matriculado casi 11.000 motos y más de 6.000 ciclomotores. Sin embargo, y frente al enorme volumen de sevillanos que utilizan este transporte, durante los ocho años de mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín no se ha adoptado ni una sola medida para apoyar un transporte consolidado y en permanente auge. Por contra, en los últimos dos años, y debido a la reurbanización de numerosas plazas y calles de la ciudad, se han ido reduciendo los espacios para el aparcamiento de motos y ciclomotores. Los pocos existentes en el centro de la ciudad se encuentra colapsados a diario, obligando a los motoristas a aparcar sus vehículos en las aceras y obstaculizando así el paso de los viandantes.
Plaza de San Francisco
Un buen ejemplo lo tiene el Gobierno municipal ante su propia sede: la Plaza Nueva era hasta antes de su reurbanización un punto en el que aparcaban numerosas motos. Sin embargo, tras su peatonalización se han eliminado esas plazas y sólo quedan algunas en la calle Zaragoza y Méndez Nuñez.
Esta falta de aparcamientos ha provocado que la Plaza de San Francisco haya sido tomada como lugar de aparcamiento masivo, destruyendo el bello paisaje de esta histórica y turística plaza. No es el único punto. La calle Rioja se ha convertido en un gran aparcamiento donde los viandantes tienen que sortear decenas de motos estacionadas en el tramo entre la Plaza de la Magdalena y la calle Tetuán, muchas de ellas ante los comercios, dificultando la visión de escaparates y hasta el acceso a los locales. Tampoco se está teniendo en cuenta al colectivo motorista en la remodelación de otros muchos puntos de la ciudad. Por ejemplo, en la enorme superficie de la nueva Alameda tampoco se ha proyectado ningún espacio para el aparcamiento de motos. Por contra, todos los esfuerzos realizados hasta la fecha por el Ayuntamiento se han dirigido a beneficiar a las bicicletas, un colectivo numéricamente muy inferior y para las que se han creado carriles especiales, puntos de aparcamiento e incluso un servicio público de alquiler. En concreto, se están invirtiendo más de 18 millones de euros en la construcción de más de 79 kilómetros de carril bici, a la vez que se ha contratado un servicio de alquiler público de bicis -Sevici- adjudicado a la empresa francesa JcDcaux.
La diferencia en el trato a ambos transportes -motos y bicis- llega a ser especialmente patente en algunos puntos de la ciudad, como en la estación de Santa Justa, donde las numerosas motos se agolpan en el pequeño punto de aparcamiento existente mientras las escasas bicicletas que acuden a la estación cuentas con unas plazas de aparcamiento techadas para evitar el sol o la lluvia. Los reducción de los aparcamientos no son la única situación que están padeciendo los usuarios de motos y ciclomotores. La construcción de los carriles bici ha provocado en numerosas vías la redistribución de la calzada y el estrechamiento de los carriles, ajustando al máximo la separación entre coches e impidiendo el paso de motoristas, que hasta la fecha «disfrutaban» de la ventaja de poder pasar entre los vehículos cuando se encuentran parados en semáforos o cruces.

ABC


¡¡Cuántas tonterías!!
¡¡Querer comparar un medio de transporte con el otro!!
Aqui la bicicleta y los carriles bici son los malos de la película pues impide el paso de motoristas, o sea, un medio de transporte contaminante...
Están que no paran con la bicicleta....
Seguiremos informando

8 comentario/s. Deja el tuyo:

Anónimo dijo...

El último párrafo no tiene desperdicio. Je,je, resulta que el carril bici no les permite hacer el cafre a los motoristas, que en su gran mayoría, patean constantemente el código de circulación. Es para perseguir a babuchazos a Toni Burgos y sus compañeros de escritura.

Anónimo dijo...

Parece ser que con el paso del Pisuerga por Valladolid, se pretende crear la confusión de que la moto es un vehículo ecológico alternativo al igual que la bicicleta. ¡Cuánto despropósito!, ¡Cuanto beneficio para las lucrativas empresas de las birruedas contaminantes! Por favor, reparemos en que el paso del coche a la moto no debe pasar por llenar la ciudad del humo y ruido de las motos. Mal asunto si en lugar de un coche con dos o tres personas, hemos de soportar la contaminación acústica y de aire de dos o tres motos. La bicicleta no tiene nada que ver con la moto, que nadie se lleve a engaño.

Anónimo dijo...

arooooo...
la moto es lo que vale y dejaté d bicis , k estoy mas hatro ya...

XD
Saludos.

Fidel Portillo dijo...

Mi segundo medio de transporte es la moto, mas que nada para los trayectos largos. ¿Que el carril bici nos estorba? UNA MIERDA y lo tengo que decir así.

Nos estorban los pedazos de animales que conducen como les da la gana y no cumplen con las distancias de seguridad, los ceda el paso, los stop, los limites, etc. Eso si que es penoso y peligroso.

De todas formas no se puede comparar de ninguna manera, tengo una moto grande pero antes he tenido motos pequeñas y NO SON LO MISMO, a ver si se enteran de una vez...es que me indigna el ABC.

Por cierto, me cruzo todas la mañanas en el Puente de las Delicias, que la acera es de uso compartido por bicicletas y peatones, con un pedazo de animal en un Scotter que para quitarse el atasco del puente va por la acera a todo puño...cualquier día se estampa con alguien y el ABC dira que eso pasa por la mala gestión del carril bici...seguro.

Carriles Bici Sevilla dijo...

Viene de perlas ese comentario tuyo fidel portillo.
En este tema tenía que hablar alguien que se moviera en Sevilla con moto, para darnos su impresión sobre esta noticia y así lo has hecho y, con toda la razón del mundo.

Un saludo :-)

Anónimo dijo...

Bien cierto es que en el Ayuntamiento se han puesto "de moda" las bicis y se dejan un poco de lado las motos... injustamente.

Llevo muchos años andando en bici y en moto (varios tipos, desde 50cc hasta 1100cc) por la ciudad aunque actualmente uso la bici a diario para ir al trabajo y no tengo moto. Más por necesidad de ejercicio físico que por ecología, lo admito, pero bueno.

Me gustaría hacer varias consideraciones.

1) Si bien es cierto que no llegan al nivel de las bicicletas, las motos son un vehículo infinitamente más ecológico que los coches. Básicamente por el sencillo hecho de hacer lo mismo que lo que hace un coche el 95% de las veces por ciudad (llevar a uno o dos pasajeros por la ciudad) pero usando casi un par de miles de kilos menos de chatarra y gastando una fracción del combustible. Aún a igualdad de cilindrada (impensable) una moto gasta (y contamina) menos que un coche.

Para colmo ocupan mucho menos espacio en el tráfico, lo que redunda en una mayor fluidez del mismo. Esto hace que los trayectos se hagan en menos tiempo, con el consiguiente ahorro adicional en el gasto de combustible.

Y del espacio de aparcamiento no hablemos...

Lo que sería injusto es comparar la bici (o lo que sea) con la imagen de la "amotillo" esa insoportáblemente ruidosa y humeante (excesivo aceite en la mezcla, durará poco el motor) conducida por un niñato incívico.

Las (modernas) motos ciudadanas apenas hacen ruido, y por supuesto no humean como chimeneas.

2)Es lamentable es la actitud de algunos fanáticos ciclistas poseedores de la verdad absoluta que pretenden "obligar" a que todo el mundo vaya en bici (o en autobús).

Cuando me topo con uno de ellos me dan ganas de dejar la bici en casa y coger el coche aunque sea para ir a por tabaco (no fumo)

Suele dar mejor resultado (y es menos totalitario) convencer/facilitar/fomentar que obligar.

Hay mucha gente que está harta del coche pero no se atreve a pasar a la bici; que se pasen a la moto es buena opción.


3) Finalmente quiero decir en Sevilla tenemos un grave problema de educación que afea la imagen de las bicis y de las motos (a los peatones y coches ya estamos acostumbrados). Hay mucho maleducado que:

* Cuando va en moto que se saltan las normas de tráfico y hasta las de la más elemental prudencia. (Y no hablemos de los niñatillos con las "amotillos"...)

* Cuando van en coche hacen lo mismo y aparcan donde les sale de ... allá.

* Cuando son peatones cruzan la calzada por donde quieren, se pasean tranquilamente por el carril bici y hasta obstaculizan la acera circulando en grupos que ocupan completamente la misma molestando a otros peatones.

* Cuando van en bici se creen que la ciudad es suya, corren por las aceras, se saltan los semáforos, se meten en dirección prohibida...

Todos estos idiotas lo que necesitan es más educación, más respeto por los demás y más cabeza fria... o una buena patada en el culo (todos tenemos nuestra vena impositiva.)

Tmabién nos vendría bien un Ayuntamiento que no sea tan chapuzas a la hora de hacer las cosas (supongo que no lo pueden evitar; la chapuza es el producto nacional), porque ¡tiene cojones el carrilito bici por algunos sitios!

Ha conseguido enfrentar a bicis con peatones (y coches y motos), innecesariamente.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con la diferencia que haces sobre las "amotillos" y las motos de más cilindrada, pero lo cierto es que aquéllas son las que abundan en la ciudad, y las que se han disparado su venta.
Todos somos más o menos prudentes según la circunstancia en que estemos inmersos. En el caso de la moto, tal vez debido a tanta apología de la velocidad (carreras de héroes motorizados)o publicitarias ideas heredadas de "mayor libertad", cuando uno se sube a una, -excepciones aparte- suele rebajar su umbral de prudencia. Prueba de ello es el alarmante número de accidentes de motos en proporción al de coches (a lo que hay que añadir el mayor número de víctimas por ser un vehículo más vulnerable)

Para mí la bici, tengo la esperanza de que así sea, puede ser una invitación a cambiar el hábito de la velocidad que tenemos en la ciudad (con sus alarmantes incrementos de enfermedades cardiacas, prisas, insolidaridad social, etc...). Deseo de verdad que cuando uno coja la bici, no busque la velocidad (en la moto la velocidad, tarde o temprano, siempre está implícita) adopte una filosofía de vida que le haga sustraerse de ella. He estado recientemente en Amsterdam (paraíso de la bicicleta, apenas hay coches ni motos, no les interesa)y me ha llamado la atención la serenidad con la que discurrían los ciclistas. Iban al trabajo, a estudiar,... a donde fuesen, pero sin el virus de la velocidad. Esto, pienso, sólo lo puede dar la bicicleta.

Anónimo dijo...

Qué razón tienes, si no, a ver por qué motivo uno va en moto y no en bicicleta: por la velocidad, tienes razón, maldita sea.