Un Ayuntamiento de piñón fijo
ANTONIO BURGOS
Lunes, 13-10-08
SEVILLA es la Ciudad de la Bicicleta. Ya le echamos la pata a Amsterdam, que era donde más se le daba al pedal. Tengo ganas de ir a Amsterdam para ver si allí también los ciclistas te arrollan si vas andando tranquilamente por tu acera, como aquí. Cualquiera les tose a estos tíos que te echan encima la bicicleta como los mamelucos los caballos a los madrileños en el Dos de Mayo (esquina a Velarde). Y como Sevilla es la Ciudad de la Bicicleta, tenemos un Ayuntamiento de piñón fijo.
—Y una oposición de foto fija. ¡No le gusta ná a Zoido salir en las fotos, que él mismo manda a los periódicos, pues va a los sitios con fotógrafo incorporado! Le ha quitado el sitio a Gregorio Conejo. ¿Lo viste retratado con el Rey? La gente se decía: «¿Qué banco le estará pidiendo que le ponga ése alto y rubio de Bellavista que está con Zoido?»
Tenemos una oposición de salir en la foto y enseñar gráficos, muchos gráficos, cuando da sus ruedas de prensa para nada: para nada más que cabrearnos más todavía, porque, total, para el puto caso que le hacen... Porque tenemos un Ayuntamiento de piñón fijo. De ideas preconcebidas. Qué cabezones. Nunca se bajan del burro. Predican el diálogo, pero son lo menos dialogante que se despacha. Y si no, pregunten.
Razón: comerciantes y vecinos de la calle Asunción, pidiendo que por lo menos los escuchen y les expliquen para qué leches quieren hacerla peatonal.
Razón: vecinos del Prado pidiendo que dejen de talar árboles, aunque a sus protestas les han echado menos cuenta que a la Unión de Abonados la Empresa Pagés en su arte de canorear («canorear»: suspender corridas a tutiplén, para asegurarse trincar la manteca).
Razón: hermanos de las cofradías presuntamente afectadas por las inexplicadas ganas de ampliar la carrera oficial, que hasta que la que tiene nombre de bloque de Matalascañas, Apartamentos Rosamar, no amalagueñe esto con la Tribuna de los Pobres no va a parar; lo próximo será traer a la Legión el Jueves Santo para el número de la cabra, con Antonio Banderas y Mélani en un balcón de la calle Bifíter, porque aquí no hay Larios.
Razón: asociaciones de consumidores pidiendo que en plena crisis no le peguen el tarifazo al billete de autobús, pero se lo pegan, ¡toma política social! ¿Por qué? Pues por lo de siempre: porque les sale de los piñones. De los piñones fijos. Y así sucesivamente.
La distancia entre los intereses de los sevillanos y los objetivos del Ayuntamiento cada vez va siendo mayor. Los sevillanos están preocupados por el paro, el ERE, la circulación, lo que tarda el autobús, los atascos, la falta de aparcamientos, lo difícil que es encontrar colegio para los niños, la hipoteca, la delincuencia, la ruina del comercio, el cierre de empresas, el escándalo callejero nocturno de las reuniones de niñatos borrachos, y el Ayuntamiento, despreocupándose de todo esto, va por su lado, ni se sabe por qué ni se sabe para qué, despilfarrando el dinero. Con el piñón fijo.
¿Por qué se han cargado todo el centro, desfigurándolo en nombre de no sé qué modernidad? ¿Por qué han conseguido que se hunda el comercio de ese centro cada día más aporcelanosado y donde cada día es más difícil llegar, degradado por unos turistas zarrapastrosos de botella de agua del «Va por ti, Montoya»? —Montoya sin premio, claro.
No, para premio, el que nos ha caído a nosotros con este Ayuntamiento del ordeno y mando del piñón fijo, que hace lo que quiere con sus ideas preconcebidas, que se harta de pisar callos para que sepamos que ellos son los que mandan y que nunca escucha a nadie.
—No, a los societes de los 25.772 votos bien que los escuchan.
Equilicuá: los sociatas hacen lo que quieren sus societes. Pero lo que piden cientos de miles de sevillanos, ni muertos. Estamos bajo la dictadura de 25.772 votos y bajo la dictadura del piñón fijo. Dictadores a los que les vuelvo a preguntar: aparte de para seguir dando por saco con vuestro piñón fijo del ordeno y mando y del aquí mando yo, ¿para qué leches queréis hacer peatonal la calle Asunción y ampliar la carrera oficial, carnes mías?
Enlace al artículo de opinión
Hace pocos días publicaba un artículo de Burgos en el que este decía tales barbaridades como que a los peatones habría que imponerles impuestos y no tanto al coche, atacando de nuevo a la bicicleta, etc.
Mi pregunta es, ¿qué busca este individuo? ¿Qué le odien aún más de lo que es odiado por una gran parte de Sevilla? ¿Que le miren con asco y desprecio por la calle? ¿O quizás está tan mayor que ya no sabe ni lo que escribir y se dedica a darle cornadas a la bicicleta y a la peatonalización?
Por último, ¿cómo puede tener tan poca, poquísima verguenza de despreciar a 25.772 votantes que ejercieron su derecho democráticamente? ¿Por qué no se atreve a decirlo en un mitin de IU a ver que pasa?
Cada día este individuo da más lástima, si ABC quiere conservar la honra y dignidad debería pensar muy seriamente el ponerle otro trabajo tipo ordenar papeles.
2 comentario/s. Deja el tuyo:
Cuando era chico y me ponía pesado mi madre me decía... "Cuando el tonto coge un camino, o se acaba el camino o se acaba el tonto" Por lo que veo, con la vejez se vuelve uno igual de redundante.
No hay que perder de vista que este "columnista del ABC" -como lo identificaban en el enlace de una página de otra provincia que nos pusiste el otro día- apenas es conocido. Quizás prestemos demasiado caso a este producto del ABC de Sevilla y su provinciano entorno mediático. Nuestra referencia está más allá, tal vez, como refiere este "columnista del ABC de Sevilla" en Amsterdam.
Así es, es un columnista y nada más, pero al escribir sus artículos hace un daño tremendo pues sigue lavandoles el cerebro a aquellos que comparten sus ideas o no saben que ideas seguir. Lo digo por más de una vez haberme encontrado peatones que simplemente ODIAN la bici.
Un saludo
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