Ayer al salir de trabajar agarré mi bici y, ¡sorpresa!, había llovido un poco, nada importante. De pronto se deja de ver el carril-bici, y, en su lugar, un gran lago. Charcos en la Resolana, Recadero, a su paso por el Polígono Sur...
A esto le sumamos que, cuando llueve, el carril-bici se convierte en una pista deslizante. Y ¿qué me fue a pasar? Que me caí. Y no una tonta, sino una considerable y doliente caída.
Sólo quiero que me expliquen por qué cosas así sólo pasan en Andalucía. Cualquier carril-bici del resto del mundo es sólo y exclusivamente un carril-bici y no un lago o una pista deslizante.
¿Tienen que ver en esto las prisas, los materiales...? Que alguien me lo explique, por favor.
Si pasais por Recaredo en un día de lluvia, a la altura de la Capilla de Los Negritos, vereis como toda esa parte es un gran charco de agua, más bien diría un lago.
Dónde hay que erradicar el problema es en la Ronda Histórica puesto que es donde he visto más cosas así.
Seguiremos informando
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