¡¡Manipulación!!




¿Quién es el referente?

09/07/2007 02:52

El oráculo. Y hablando de augurios, aquí ofrecemos uno: la felicidad que aparenta existir en el seno del PP municipal no es tal. En todo colectivo humano, como es el caso del único partido que queda en la oposición, suele trazarse un organigrama jerárquico basado en el reparto de responsabilidades. Pero, como es norma en muchos sitios, a veces ocurre que el organigrama oficial es uno y el real resulta ser otro. En el grupo popular, por ejemplo, hay quien gusta de ir más allá de lo que figura en la denominación estricta de su supuesta responsabilidad. Siempre es loable tener asesores que intenten hacer mucho más de lo que se les pide, pero los problemas, dice la experiencia, que es la mejor consejera, afloran cuando el personal comienza a darse cuenta de que el asesor, lejos de trabajar más, producir más y obtener mejores resultados de acuerdo con su cometido, lo que hace realmente es extralimitarse hasta el punto de funcionar como una especie de oráculo, y no precisamente procedente de la sabia ciudad griega de Delfos. Este oráculo poco aporta a la imagen cordial, abierta y dialogante de Zoido. ¿O acaso al líder le interesa ese perfil obsesivo y controlador para no sufrir en sus carnes un desgaste en su imagen populista? El oráculo tiene respuestas para todo y quiere que todos le rindan cuentas. Ya lo explica el DRAE: el oráculo es la "contestación que las pitonisas y sacerdotes de la gentilidad pronunciaban como dada por los dioses a las consultas que ante sus ídolos se hacían". El oráculo ya ha tenido alguna notable fricción con alguno de los nuevos ediles que, procedentes de profesiones donde gozaban de prestigio y autonomía, no están dispuestos a soportar determinadas directrices. Al final, todo se sabe. Las obras en el palomar de la Plaza Nueva dejan demasiados huecos por donde pasa el agrio sonido de las broncas.


Despilfarrando el dinero. ¿Cuánto vale vallar longitudinalmente toda la avenida de la Palmera para que un operario con un bidón de pintura sobre un carrillo de mano y una escoba gigantesca tipo Lipasam repinte de verde el carril-bici que se pintó de rojo desde el principio? La medida, con cargo al dinero de todos los sevillanos, la ha adoptado IU desde el gobierno municipal porque así lo decidieron en un foro de internet miembros de las asociaciones de ciclistas de forma participativa. Si a los ciclistas no les gustaba el color del carril-bici, ¿por qué no pagaron a escote el cambio de tonalidad en vez de disparar con la pólvora del rey que es el dinero público? ¿Haría lo mismo el Ayuntamiento si otro colectivo de sevillanos decidiera que le gustan más las catenarias de blanco que de negro?


La confusión entre lo público y lo privado. Nuestros cargos políticos parece que han perdido el sentido del pudor y ya ni se molestan en separar la esfera pública de la privada, que es uno de esos principios no escritos pero sagrados en cualquier democracia. El delegado municipal de Cultura, Juan Carlos Marset, acabó hace unos días pujando por el Santa Rufina de Velázquez en Londres en nombre de una fundación privada como Focus-Abengoa. Por su parte, la consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez, acudió a la sede del PSOE a reunirse con los alcaldes socialistas del área metropolitana antes de la cita oficial con todos los regidores de los 46 municipios de la Gran Sevilla. ¿Qué tenía que decirles a los alcaldes de su partido que no debían conocer el resto de los mandatarios de la corona? ¿Por qué no fue también a la sede del PP, a la de IU y a la del PA?

ICEN que una imagen vale más que mil palabras. Si este axioma es cierto, parece que estamos, a tenor de las fotos que acompañan esta glosa, ante un ejemplo más de cómo los problemas del área metropolitana se utilizan en clave partidaria por parte del PSOE. En marzo de este año, antes de las elecciones, la Junta insistía en colocar a Monteseirín como referente virtual de las políticas metropolitanas, en especial en lo relacionado con el transporte público (la imagen de abajo da fe de esta decisión). Ahora, en cambio, como muestra la fotografía de arriba, la brújula autonómica en relación a este asunto ha cambiado de dirección: ya no es el alcalde, sino el secretario general del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera, quien aparece como futuro hacedor de la Gran Sevilla junto a la consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez. ¿Qué ha ocurrido entre ambas imágenes? ¿Por qué Monteseirín dejó abierto este frente en su pugna política con Viera? ¿Es acaso el augurio de algo más?

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