¿Cultura de la bicicleta en Sevilla?
Ruego a esta plataforma que sigo desde hace meses con gran entusiasmo que publiquéis el siguiente artículo. Quiero poner en manfiesto a todos los lectores (que sé que son muchos) lo que ayer domingo me sucedió con mi familia. Al medio día de ayer iba junto a mi suegra, mujer y mi hija de tres años por la calle Doña María Coronel destino a Bustos Tavera, San Román, con la intención de dar una vueltecita tranquilamente ya que hacía un precioso día. A esto que, sin darnos tan siquiera cuenta, nos pasó un tio en bicicleta a una gran velocidad en sentido contrario a lo permitido en la calle y la mala casualidad hizo tambalear a mi hija de tres años y tirar a mi suegra al suelo...
Tras mi asombro por lo ocurrido en poquísimos segundos -dada la velocidad del ciclista- me quedé perplejo mientras auxiliaba a mi suegra e hija que el protagonista ni le dió por pararse y ni mucho menos pedir disculpas. Yo, indignado, lo único que se me ocurrió fue decirle: ¡Al menos párate ¿no?!... y sí, lo hizo, miró atrás y con mirada desafiante y pasota inició la marcha importándole un mierda lo que pasaba (tendría mucha prisa el hijo de su madre). Como comprenderéis, alterado no se me ocurrió otra cosa que insultarle ante tal impotencia. Pues bien, esta vez se paró, sí señor, dejo su bicicleta tan preciada y se me vino tirándome al suelo. Imaginarse el espectáculo que se originó cuando mi hija aún aturdida por todo, mi mujer y mi suegra medio lesionada me vieron tirado en el suelo sujetando a una bestia que parecía que se le iba la vida en matarme. Y sí, digo matarme porque el Hijo de su madre cogió un adoquín para estrellarlo en mi cabeza. Gracias a Dios y a la intervención de un ciudadano todo se quedó ahí. Bueno, menos el lloro de hija que le duró todo el día, el susto de mi mujer, el malestar de mi suegra y sobre todo mi indignación. Indignación por estar la ciudad sin seguridad. indignación por haberse permitido vía libre -nunca mejor dicho- a unos ciclistas circular como quieran y por dónde quieran en Sevilla. Los que estaban a mi alrrededor decían: denúncialo. Suena a risa, la verdad, porque si no os habéis dado cuenta hasta ahora, la bicicletas no llevan matrículas. Es más, ni pagan impuestos por circular.
Que no nos engañen. En Sevilla no existe una cultura de la bicicleta. Sevilla no tiene seguridad. Sevilla no tiene alcalde que la gobierne bien. Sevilla está dejada de la mano de Dios desde que Soledad Becerril dejó el consistorio. Sevilla está sucia. Sevilla está mal comunicada y muy mal educada. Sevilla a dado vía libre a ciclistas mientras los que paseamos tranquilamente por nuestra ciudad tenemos que estar pendientes de que no nos atropelle ningún jilipollas de turno con la bicicleta a gran velocidad o en contra mano.
Monteseirín, esta ciudad no es la de las personas, esta ciudad es la ciudad del vandalismo y la suciedad.
Si alguien le ha sucedido algo parecido, por favor, escriban.
Y yo te respondo
Sevilla es una ciudad que va hacia mejor, incluyendo los carriles bicis, una ciudad menos contaminada y más sostenible.
Lo siento por lo que te ha pasado pero eso no te da derecho a generalizar ya que depende de la persona, de CIVISMO, de la educación de esta.
Igual que te ha pasado con una bicicleta podría haberte pasado con un coche que se haya saltado un semáforo, todo depende de la educación de cada uno.
Dato: Antes de la creación de los Carriles Bici, pasabas en bici por el centro, las callejuelas, las aceras...etc y no te decían nada.
Ha sido que se creen los Carriles Bici y es un ataque continuo hacia los ciclistas...¿por qué? ¿Por pedir seguridad para circular en bici? ¿Por no contaminar e intentar conseguir una ciudad sostenible y sin menos humos?
Seguiremos informando
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