Siempre seremos los ciclistas.


Mientras algunos medios de esta ciudad no hacen más que criticar al colectivo ciclista en el sentido de saltarse la restricción que hay en vigor por 27 calles para la circulación de bicicletas, parece ser que se les olvida misteriosamente los cientos y cientos de coches que aparcan en los acerados, que impiden el paso a los peatones, pero claro está, lo que molesta son las bicicletas, que apenas ocupan espacio, pero molestan, que no contaminan, pero también molestan.

En este caso podemos hablar de la Plaza del Salvador, recientemente peatonalizada para el uso y disfrute del peatón. En si no aparece en el listado de las 27 calles restringidasa la circulación de bicicletas, pero aún así está restringida.


Como se puede observar en dicho plano que en su día elaboró El Correo de Andalucía, por la Plaza del Salvador está prohibida la circulación de bicicletas de 10 horas de la mañana a 22 horas de la noche.

Lo curioso e indignante es lo siguiente.



Justo al querer entrar a la Plaza del Salvador está esta placa que indica que los ciclistas no podemos circular durante ese horario puesto en dicha placa. De hacerlo nos arriesgamos a que nos de el alto un policía local y nos obsequie con una multa de 60 euros.



Pero al mirar el lateral de la Plaza del Salvador, por la calle Villegas veo que hay varios coches aparcados en pleno acerado, quitándole espacio a los peatones.


El primero de los vehículos es una furgoneta de Heineken con su lema "Piensa en verde". Esto demuestra lo cívico que es el conductor, aparcando su enorme furgoneta en una zona peatonal y quitándo un gran espacio a los peatones.


Justo detrás se puede ver a dos coches más aparcados en plena acera, ocupando acera peatonal y dificultando el paso de los peatones.



Por último, aquí podéis ver cuanto es el espacio del que disponen los peatones realmente y cuando ha ocupado la furgoneta.

Lo que quiero decir con esto es que se puede llegar a la conclusión de que esta sociedad y gran parte de esta ciudad la tiene tomada con los ciclistas, lo digo así de claro.

¿En qué me baso? En la cantidad de noticias y críticas que nos llevamos los ciclistas por ir por zonas peatonales, calificandonos de poco más que de gamberros, sinverguenzas, etc, y todo por circular por zonas peatonales compartiendo espacio con los peatones.

Me gustaría saber de aquellas personas que se quejan de que los ciclistas vayan por zonas peatonales que piensan de este suceso, si les parece algo normal o no, que los coches aparquen en zonas peatonales.

El día que ABC y Diario de Sevilla le dediquen un reportaje completo a los coches mal aparcados en Sevilla, les juro que subiré la giralda 20 veces si hace falta, para ver si así me creo lo que leo.

¿Qué más decir? Que aunque los coches aparquen en zonas peatonales, que aunque no les dejen espacio para pasar, lo que hay que restringir son los ciclistas en calles peatonales, que molestan con sus vehículos no contaminantes y apenas hacen ruido.

4 comentario/s. Deja el tuyo:

kutaisov dijo...

Yo vivo en calle Francos y es vergonzoso. No es sólo que aparquen ocupando la acera en la Cuesta del Rosario (o Villegas) sino que motos y coches campan a sus anchas por Francos moviéndose o aparcando en los rincones mas inauditos. Por ejemplo entre el Robles que hay al final y el restaurante Baco hay un buen trozo de calle que sirve como aparcamiento al mediodía y algunas noches, se puede encontrar un coche de tamaño estratosférico (de altísima gama) aparcado habitualmente allí, supongo que será algún dueño de los citados restaurantes que no tiene mejor idea que ocupar la mitad del espacio del que deberíamos disfrutar los peatones.

Saludos.

Anónimo dijo...

Así es, la tirania del coche es así y mientras ocurren estas cosas, los periódicos sevillanos seguirán sacando al ciclista que incumple la normativa de las 27 calles comerciales.

Anónimo dijo...

Por todos es sabido que el excesivo uso que hoy se hace de coches y motos, así como sus evidentes daños a la salud de los que habitamos una urbe como Sevilla, tanto por razones directas (pulmonares) como indirectas (hábitos de aceleración, estrés, intolerancia, etc.)

Personalmente, no creo que se deba dar más dinero a las grandes empresas automovilísticas con la escusa de la crisis. Si algo bueno puede tener esta circunstancia es hacernos reflexionar sobre hasta dónde nos puede conducir la codicia de empresarios de la automoción y del axfisiante ladrillo. Por favor, invirtamos el capital y los recursos humanos en investigación, salud, educación y cuestiones más útiles.

Anónimo dijo...

Resulta paradójico que el tío de la furgona, no sólo obstaculiza el tránsito no contaminante, sino que además, utiliza en su publicidad un slogan ecologista "Piensa en verde".