Cornada veraniega de Burgos

Fagamos peatonal la Ese 30

ANTONIO BURGOS
Martes, 05-08-08
VENGO observando que el habitual tratamiento de choque que les dan a las calles sevillanas es el siguiente:
1. Se le cambia el nombre. Por ejemplo, si se llama Calle Joaquín Romero Murube, se le pone Calle Escritor Romero Murube, con un sentido didáctico: para que la gente sepa que Joaquín era poeta y no agente de la Propiedad Inmobiliaria, como comúnmente se cree.
2. Cambiado el nombre a la calle de acuerdo con los esquemas políticamente correctos que imponen a este Alcalde Virtual de IU quien le mantienen en el poder, que no es precisamente Viera, sino la tribu de los indios cachimbas, ¡jao, gran jefe! Cambiado el nombre de la calle, como digo, se hace peatonal. Queda así más resultona, moderna, progresista y políticamente correcta. El Callejón del Agua mismo, o la Calle Vida, o la Calle de la Pimienta, son símbolos universales de Sevilla precisamente porque son peatonales. La calle Tetuán no fue sevillana hasta que la hicieron peatonal. Para que se diera la dualidad barroca, tan nuestra, de la oposición de contrarios: en el único sitio de Sevilla donde hay un coche de cerámica, el anuncio del Studebaker del Sport que pintó Enrique Orce en 1926, es en una calle peatonal. Para que no multen tu coche si se mete por una calle peatonal no ha de ser Ford, ni Opel, ni Lexus caro, carísimo de nuevo rico: ha de ser de barros vidriados y pintados, marca Orce, que tenía en Triana su fábrica de coches de azulejos que los echaba a pelear con los de Henry Ford y les ganaba.
Lo que no me explico es que seamos tan parcos en peatonalización de las calles, en ponerlo todo patas arriba, mandando en el Ayuntamiento lo que manda la tribu de los indios cachimbas, que como saben le tienen declarada la guerra al coche de los rostros pálidos como instrumento de la opresión capitalista y que hasta que en la Plaza Nueva no bajen a San Fernando del caballo y lo monten en una bicicleta de Sevici no van a parar.
-Y al Cid, en su glorieta, otra bicicleta, que rima...
-Pues eso: marchando otra de bicicleta aquí para don Rodrigo Díaz de Vivar...
-No, no digo ese Cid, digo el torero de Salteras. Que no habrá nada más sevillano que los toreros yendo a la plaza en bicicleta, como en tiempos de Gallito iban en una jardinera de mulas. A ver si de esta Feria de San Miguel no pasa que El Cid vaya a la plaza en bicicleta. El y toda su cuadrilla: una bicicleta para Alcalareño, y otra bicicleta para El Boni, y el apoderado, Santiago Ellauri, en otra bicicleta...
¿Qué iba diciendo? Ah, sí: que no podemos ser tan cautos y parcos en la peatonalización de Sevilla enterita. Que hay que exigir más peatonalizaciones (sin premio). Por ejemplo, en Los Remedios. Peatonalizar sólo la calle Asunción me parece un agravio comparativo inadmisible. Vamos a ver: ¿por qué sólo los vecinos y comerciantes de Asunción van a gozar de ese privilegio tan moderno y progresista de volver a los tiempos anteriores a la invención del motor de explosión? ¿Por qué no peatonalizan la calle Virgen de Luján, que también tiene unos comerciantes y unos vecinos a los que dar por saco, ¡toma!, por haber votado el PP? ¿Y Monte Carmelo? ¿Qué delito ha cometido Monte Carmelo para no ser peatonal? ¿Y Virgen del Valle? ¿Por qué no es peatonal Virgen del Valle? En cuanto a República Argentina, es que chorrea sangre: cuidado que dejar sin peatonalizar la avenida de la República Argentina... ¿Y la avenida de la Esperanza de Triana, antigua del nombre de calle más largo de Sevilla, José María Martínez Sánchez Arjona? ¿Por qué no peatonalizan la avenida de la Esperanza de Triana? O por lo menos que la pongan de dirección única, como la Ronda por la Macarena, para que no haya agravios entre las esperanzas de la Madrugada.
Yo, la verdad, como todos los sevillanos, salto de gozo cada vez que anuncian una peatonalización. Por eso no quepo en mí de contento con la más que necesaria peatonalización de la calle Asunción. Ese es el principal problema de Sevilla. No la crisis, no la inseguridad, no la suciedad, no la lentitud del Metro, no la falta de aparcamientos, no el tráfico, no que este alcalde de IU sea un rehén político de los indios cachimbas. El principal problema son los coches pasando por Asunción. No nos quedemos, pues, ahí. Fagamos peatonal la Ese 30 para que los siglos venideros nos tomen por imbéciles.

ABC


Desde hace tiempo este individuo ya no razona ni ve las cosas cláramente. Desde que en Sevilla el término peatonalización, bicicleta o cualquier término relacionado con medios de transporte no contaminantes, desde entonces este hombre perdió el norte definitivamente.

Nunca he tenido la desgracia de encontrármelo, pero apuesto a que si lo hiciera y yo fuera en bicicleta, este me vería como uno de los 60.000 terroristas ciclistas que hay en Sevilla junto con el cabecilla, Antonio Rodrigo Torrijos.

¿Alguien podría decirme cuantas tonterías puede decir este hombre por cada artículo suyo?

En negrita se pueden leer algunas de las barbaridades escritas por este individuo en su panfleto.

¿Sabrá este hombre lo que es el CO2? ¿Sabrá este hombre lo que es el calentamiento global? ¡Qué va! Si este lo único que sabe es donde aparcó su coche la noche anterior, todo lo demás es tontería.

En esta Sevilla en que gracias al carril bici y a Sevici más de 60.000 personas se desplazan diariamente por ellos, en los que el término transporte o desplazamiento no está únicamente relacionado con el coche. En los que personas de todo tipo y de todas las edades se desplazan en bicicleta por ocio, por trabajo, por estudios o por cualquier tema, el caso es que dejan el coche y deciden usar un medio de transporte limpio, no contaminante, que ocupa poco espacio, es beneficioso para la salud propia y la de los demás y se tarda mucho menos que en coche.

Pero en fin, para este hombre, siempre será El muy inutil carril bici

¿Para cuándo uno de la muy inutil peatonalización?

2 comentario/s. Deja el tuyo:

Anónimo dijo...

La ha cogido llorona Burgos con la bicicleta, qué obsesión, ni siquiera el éxito de la mísma tra sus primeros augurios de fracaso le han servido para cortarse un poquito en sus intentos de adivino. El tiempo deja las cosas en su sitio, pero el señor Burgos parece no saber que se posiciona en el error. Auguró que la bicicleta no sería usada por los sevillanos y se equivocó. Auguró que la peatonalización de Tetuán, Constitución.... no serviría para un mayor uso y recreo de viandantes, y se volvió a equivocar. ¿Por qué insiste en ir de Rappel después de haber mostrado públicamente su desatino en estos menesteres? Hay quien nunca aprende por no tener humildad y autocrítica.

Anónimo dijo...

Antonio Burgos debería ser persona non-grata en Sevilla. Si quisiera entrar en la ciudad tendría que hacer penitencia a la catedral, pagar un impuesto y pedir perdón a los sevillanos.